Frase de la Semana.

"Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impio asedia al justo, por eso sale torcida la justicia" [Habacuc 1:4]


jueves, 17 de diciembre de 2009

Ningún ser humano es ilegal

Publicado en el Periodico El Mundo de Boston el 3 de diciembre del 2009 en la seccion Cartas al Editor.

Buenos dias Sres. El Mundo Boston.
Distinguidos Caballeros,

Es un grato placer dirigirme a ustedes y felicitarles una vez mas por el trabajo que ustedes hacen por la comunidad hispana en el área de New England. Tengo gran respeto por los medios cuando se dice la verdad, a quien espera con fe una noticia de alivio y motivación en un mundo lleno de tanta mentira e injusticia planificada por el hombre mismo que dejan como víctimas a seres humanos, que aunque con otro idioma, educación y costumbres, son sus hermanos.

En la edición #1938 con fecha del 19 de noviembre del 2009, en la página 4, encontré muy buenas noticias, donde el gobernador Deval Patrick anunció algunos beneficios en favor de los “Inmigrantes Indocumentados”. Siendo tan favorable, es digno un aplauso a los que impulsaron esta ley. Al mismo tiempo, me indigna el hecho que a los seres humanos se les llame “ilegales”.

No creo que sea justo usar tan despectivo término cuando se trata de personas de trabajo, quienes en su mayoría, arriesgan sus vidas para llegar a estas tierras.

Esta misiva no tiene la intención de recriminar a nadie ni poner por debajo a quien escribió este articulo, sino para recordarles que donde ustedes circulan, entiendan que son un medio de respeto.

De igual manera, por consideración a esa misma comunidad, traten de no usar este seudónimo que más que una palabra, es denigrante para los que aun no tienen un estatus migratorio legal completo.

Recuerden que esos mismos habitantes son utilizados más por sectores sectarios y ortodoxos quienes abusan de la mano de obra mas barata en toda la nacion, los inmigrantes latinos indocumentados.

Con el mayor respeto y estima,

Dionis Mezquita
Presidente de Casa Dominicana

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Lenguaje y Poder

Conferencia Lenguaje y Poder, charla dictada por el Profesor domimicano Julián Fernández Muñoz en Casa Dominicana el jueves 19 de noviembre del 2009, auspiciada por la Sociedad Cultural Latinoametricana, dirigida por el Periodista dominicano Agustin Cruz Paulino.

Lenguaje y poder, son dos palabras cotidianas y universales. Son tan antiguas como la presencia del ser humano en la tierra. Parafraseando a Aristóteles decimos que el lenguaje ha servido para el bien y el mal moral. Para actuar con justicia y para denegarla; para expresar sentimiento y para determinar el mal. También sabemos que el lenguaje ha servido como soporte del pensamiento.

En esta ocasión, el poder del lenguaje en voz de quien les habla, tiene una finalidad recreativa, formativa y cultural. De ahí que, de la diversidad de posibles temas escogiéramos uno que es de palpitante actualidad: El Lenguaje y el Poder en Ambiente Político.

También el poder del lenguaje ha convertido a millones de personas en seres felices alegres y orgullosos, por suerte de las maravillosas y sorprendentes palabras de la literatura, en las voces de los grandes cultores del arte rítmico y sonoro de la poesía y de la música.

Hay que reiterarlo: hablar de lenguaje y poder es tratar de la misma historia de la humanidad. Por esa razón, alguien expresó en una ocasión: la lengua funda el ser y Rafael del Águila, siguiendo a Aristóteles y su pensamiento expresa que “Las personas se humanizan mediante el empleo de la palabra, en la deliberación pública de los asuntos comunes”.

En cuanto al tema de la política y el lenguaje utilizado, es tan abarcador y recurrente que tomaremos en cuenta la capacidad de los actores en el proceso comunicativo y la finalidad que se persigue en cada caso o situación.

Ha de quedar claro que se trata de cómo los políticos unos más que otros utilizan el lenguaje político, el lenguaje sectorial, propagandístico o publicitario, propio de esta práctica, para ascender al poder político.

El pueblo en general y los seguidores en particular, no hacen esfuerzo por comprender que las dos armas fundamentales –por supuesto que hay muchas más- que utiliza un político son su carisma y el poder del lenguaje, para convencer e incluso, conmover a sus correligionarios o a los que faltan por conquistar.

Más importante que su afortunada historia de vida ha de figurar su capacidad para persuadir. Si careciera de este don, entonces sus acólitos seguidores o amanuenses, eligirian el mejor postor que se encargaría de ofertar y promover su candidato como el mejor producto del mercado.

Para ello utilizan todos los medios incluyendo, obviamente, la televisión que, para muchos, ya no es un medio de información, sino de persuasión.

Todo político, con su relativa diferencia, ha de actuar, como un actor de este gran teatro del mundo, por lo que, la simulación y la aparente preocupación, por resolver los problemas más perentorios, son partes de su estrategia política. A la postre, la circunstancia determina actuar de manera práctica.

Es por ello que, al preguntársele al filósofo español, José Ortega y Gasset por su creencia religiosa, respondió: “no soy católico, ni soy ateo, yo soy yo y mi circunstancia”. Precisamente, esta sentencia, que en la práctica se pone de manifiesto, salva a políticos de no poder cumplir con sus planes o proyectos prometidos, en la mayoría de los casos, porque la circunstancia, a veces, hace variar todo un programa de gobierno y, otras veces se alude a ella como un pretexto para no cumplir con la palabra empeñada, tal vez por eso hay quienes ya hablan de la pérdida de valores, propia de la postmodernidad.

Por otra parte, hay que considerar, los planteamientos expuestos, por diferentes teóricos sobre la estrategia y la práctica políticas de sus principales exponentes.

Para algunos estudiosos del quehacer político, éste siempre se ha desarrollado en un ambiente adverso a la paz y al sosiego, por lo que ha primado, según la circunstancia, desacuerdos y malentendidos.

En este sentido Michel Foucault afirma que, “es conveniente estudiar el poder en términos de guerra, de lucha, de enfrentamiento.” Para Foucault, la política y el lenguaje se hayan estrechamente vinculados, en el sentido de que, la política sería un ejercicio del lenguaje.

Retomando la idea de los políticos que actúan en los escenarios haciendo diferentes papeles como si fuesen personajes entrenados para lograr determinados propósitos, Michel Foucault dice: “Los discursos, son rituales. Se inventa un diálogo verosímil.” “El diálogo es una puesta en escena de una discusión en la que se enfrentan dos puntos de vista diferentes, se discute y finalmente prevalece la palabra del político ante el ciudadano.”

Mientras Foucault enfoca la actividad política como un escenario para la discordia, la simulación o la farsa, Nicolás Maquiavelo, hace una crítica similar a la de Foucault, en el sentido de que piensa que el lenguaje utilizado en los eventos políticos no es positivo. Incluso, de manera absoluta expresa que “no hay políticos buenos.” Maquiavelo, establece una divergencia en el doble sentido del lenguaje para la manipulación, el engaño y la persuasión de los actores políticos. Esto ocurre porque según él “hay tanta diferencia en cómo se vive y en cómo se debería vivir “Los hombres que quieren hacer profesión de bueno, suelen perderse entre aquellos que no lo son”. “y así, al emplear un lenguaje con una finalidad moral, en la actividad pública, el político fracasaría, irremediablemente”.

Queda claro que, según él y mucha gente más que también piensa así, no hay moral en la actividad política y, en cuanto a su conocido pensamiento de que “el fin justifica los medios” debemos afirmar que se pone en práctica, tanto en lo que concierne a la política como a otras acciones del ser humano. Pero consideramos que no siempre este pensamiento maquiavélico da los resultados esperados.

Tras haber salido del túnel oscuro donde están inmersos la praxis, las ideas y los pensamientos que afloran a través del discurso político, hay una luz de esperanza en filósofos que, como Aristóteles, pensaban en una real y verdadera democracia. En muchos países estados y conglomerados se sigue poniendo en practica-aunque no siempre de la misma manera- lo que el estagirita griego ha planteado respecto a las ideas políticas. Para él “la política tiene como fin el determinar el conjunto de leyes que han de permitir a los hombres vivir en comunidad pacifica, regulando su conducta y sus hábitos de forma nacional”. “Él plantea una visión democrática fundamentada en el consenso común del que es padre el lenguaje”. “Esta visión democrática dice él –sólo se mantendrá mientras exista un intercambio dialéctico entre los miembros de la comunidad”. “En otras palabras-sigue diciendo – “las instituciones y la política sólo existen en la medida en que el debate público les otorga legitimidad”.

Hay otros que al igual que Aristóteles ven importancia positiva al lenguaje político. Lo plantean como una vía para solucionar los inconvenientes y perpetuar la paz y la armonía entre los socios de la sociedad. Es el caso de Vallés, quién piensa en la “captación de prosélitos, un recurso para la gestión de los problemas comunes, por parte de los dirigentes políticos”. “la finalidad de este lenguaje sectorial”-yo llamaríale terminología discreta- “consistiría en organizar, gestionar y sostener la cohesión social”.”Esto implica propaganda y difusión de la imagen pública”, termina así Vallés.

Tras las teorías ideológicas de Foucault, Maquiavelo, Aristóteles y Vallés, teniendo como telón de fondo, de manera implícita, la permanente circunstancia, trataremos algunos ejemplos de la actitud asumida por intelectuales durante la dictadura de Trujillo y determinar con cuáles teorías políticas expuestas se podrían identificar, tanto Trujillo como Joaquín Balaguer y Tomás Hernández Franco.

Poder y Lenguaje en la Dictadura de Trujillo

El poder del lenguaje, se puso de manifiesto en intelectuales que auparon y endiosaron a Trujillo de forma tal que, no necesitó de su poca instrucción, para subir a través de los peldaños de las palabras y elevarse a un nivel insospechado.

Veremos de qué manera Tomás Hernández Franco y Joaquín Balaguer Ricardo, emitían juicios y consideraciones sobre Rafael Leonidas Trujillo Molina y de su ejecutoria como gobernante. Balaguer hablaba de Trujillo como un “súper hombre ilustre” “un mandatario sin igual” “un hombre excepcional de Latinoamérica” “que había obtenido grandes meritos y dotes incomparables”.

Por su parte Tomás Hernández Franco, pronunció una conferencia en el Ateneo Dominicano en el año 1943, titulada “una Política de Cultura”. Esta ponencia, francamente, perfila y perfilaba al dictador destinado por la “Divina Providencia” para “hacer la República Dominicana”. Trujillo –continúa afirmando Franco, “es el símbolo del alma Dominicana.” “todo lleva la huella, el sello de su voluntad creadora” “Todas las generaciones que formaron y forman nuestra nacionalidad” “todos los que cupieron, caben y cabrán dentro del magnifico litoral de nuestra patria…..” “Alrededor del hombre que nos ha hecho como somos y como seremos” “y continua Franco, “todos sabemos la etapa del milagro, Trujillo dio su grito y echo…

Se sabe que al jefe, como también se le llamaba, aparte de estos discursos laudatorios, mesiánicos y con ribete de blasfemia, también se le otorgaron muchos títulos y reconocimientos fabricados al vapor. Los elogios eran tan desenfrenados que quienes así procedían caían en la mayoría de Los casos, en el precipicio de lo ridículo. Pero no importaba, había que llamarle: El primer maestro dominicano; el benefactor de la patria; Doctor, Dr. Honoris causa por la Universidad de Santo Domingo y padre de la patria nueva. Obsérvese que Juan Pablo Duarte, en ese momento, quedaba desplazado a segundo plano o posición: a padre de la patria vieja; una gran afrenta que sólo Trujillo y sus acólitos se vanagloriaban de enarbolar.

A todas luces, los pronunciamientos en elogio al perínclito de San Cristóbal, como también le llamaban, sólo procuraban endiosarlo y, en consecuencia, perpetúalo en el poder. Todo sucedía porque el pueblo estaba alienado y declinaba, postergaba o sacrificaba, consciente o inconscientemente, sus fundamentales derechos, tales como la educación en libertad, el derecho a la vida y a la libertad de pensamiento, entre otros derechos.

Trujillo fue convertido en escritor, por sus amanuenses, sin haber escrito nunca. Fueron muchas, las formas de expresión escritas por otros que llevaban la firma autoría de Rafael Leonidas.

Su sed de poder absoluto era ilimitada, por lo que las principales calles, avenidas y pueblos, cambiaron de nombres y, en sus lugares, fueron colocados los nombres de Trujillo y los nombres de sus familiares. También fueron levantadas más de 2 mil estatuas en todo el país. Fueron muchas las madres que hicieron filas para lograr convertir al generalísimo en el padrino de sus hijos. Pienso que todo esto sucedía porque, de esa manera, no sólo se acercaban al poder, sino que creaban confianza y despertaban el interés de relación afectiva, y respeto mutuo. Con todo ello las personas podrían estar exentas de persecución política.

Fueron muchos los clichés, slogans y frases que se repetían a diario. Otra permanecían incólumes como si se tratarán de himnos a la patria que había que fijar en las memorias como estampas indelebles.

Muchas de las frases y expresiones se convertían en plataforma de pensamiento y de principio político e ideológico. Por donde quiera se leía estas palabras: libertad, rectitud trabajo y moralidad. Mientras Domingo Faustino Sarmiento escritor y ex presidente de Argentina expresaba que: “Gobernar es educar” el jefe – Trujillo – manifestaba que: “Gobernar es alimentar.”

También, no era sorpresa escuchar la expresión: “Con Dios y Trujillo” y por donde quiera, se podía leer en ranchos y paupérrimas viviendas: “Aquí Trujillo es el Jefe.”

Según Joaquín Balaguer, muchas de las frases y expresiones, como por Ej.:
“Gobernar es educar” fueron doctrinas e ideas originales creadas por Trujillo.

Después de haber escuchado parte muy breve de lo que constituyó el régimen de Trujillo, cabe preguntarnos, ¿por qué muchas personas – sobre todo si son de edad avanzada – en la República Dominicana, al sentirse afectadas por cualquier hecho o situación, afirman: “Aquí lo que hace falta es un Trujillo?”

¿Esas personas que se expresan así fueron hechas a imagen y semejanza de las ideas atrujilladas de Tomás Hernández Franco y Joaquín Balaguer Ricardo?

Diferencias y Relaciones entre el Lenguaje y el Poder de Rafael Trujillo y Joaquín Balaguer

Trujillo, si lo hubiera, querido pudo haber dicho: “El estado soy yo,” tal y como dijera un rey en una ocasión. Además, de todo lo que hemos escuchado sobre su sistema de gobierno, también era dueño de prácticamente todas las empresas (industrias y fábricas) del estado. Sólo él y su familia tenían derecho de apoderarse de los bienes del estado.

A Balaguer no se le conocieron empresas algunas, llámese fábrica o industria. Pero sí democratizó el robo y el peculado por doquier. Tanto así, que, en una ocasión expresó: “La corrupción se detiene en la puerta de mi despacho.”

Mientras Trujillo era ley batuta y constitución, Balaguer, por su parte, se constituía en juez y parte al manifestar en una ocasión: “La constitución es un pedazo de papel.” Con este proceder, dejaba claro que lo que él determinara era lo que procedía sin importar si con su actitud violentaba los preceptos de la carta magna.

Trujillo hablaba de rectitud y moralidad y Balaguer decía gobernar “sin injusticias ni privilegios”.

Uno, entre tantas aberraciones y corrupción lingüística fue elevado a la categoría de padre de la patria nueva y Balaguer a padre de la democracia dominicana.

Los enemigos políticos de Trujillo aparecían muertos, casi siempre, en accidentes, queriendo hacer pensar que los mismos habían sido el resultado de inesperadas circunstancias adversas.

Los crímenes por cuestiones políticas eran bien conocidos por Balaguer pero según él las muertes provenían de personas denominadas “Los Incontrolables,” enquistados en la llamada “Banda Colora” entre otros.

Así como no hubo control cuando ocurría un crimen de política de estado, ni nunca se detenía a nadie, tampoco lo hizo con los llamadas 300 millonarios al vapor.

A los actos de corrupción y al macuteo por parte de funcionarios y empleados públicos los llamó sencillamente “Las indelicadezas y las mordidas,” porque habían otros que según el Doctor, eran insaciables en sus apetencias, por eso dijo, en una ocasión: “A la boa hay que alimentarla.”

Después de conocer sobre algunas teorías políticas y formas de regímenes o gobiernos, concluimos diciendo lo siguiente:

El político promete porque una de sus armas secreta, de defensa, lo constituye las circunstancies. También promete, porque el ser humano vive siempre a la espera de que las promesas dejen de ser un día, eternas esperanzas. Si acaso no cumple con sus programas de gobierno, por cuestiones naturales o sociales, no será culpa de el sino de la circunstancia ya sea esta real o ficticia.

Las teorías filosófico-sociales de Foucault, Maquiavelo, Aristóteles y Vallés, entre otros, atraviesan como ejes transversales las prácticas de determinados gobiernos y sistemas políticos. Algunos aun viven en medio de enfrentamientos ideológicos de pleitos fratricidas y de intermitentes choques violentos. Tampoco las dictaduras, con sus características peculiares cada una, han desaparecido aún.

Otros sistemas políticos aparentan vivir en democracia, sin embargo, violentan e impiden los consagrados derechos de personas, por diversas razones: raciales, culturales, ideológicas, o por anacrónicas tradiciones, entre otras causas.

Muchos políticos se escudan bajo la sombra de su poder del lenguaje político. Entonces hablan, durante su campaña, de cambio; que las acciones se acordaran por conceso; que se establecerá un verdadero estado de derecho y como telón de fondo una eterna esperanza.

Definitivamente, no debemos someternos a engaño, ni engañar a nadie, pensando que, quien exhibe el poder del lenguaje, la capacidad para atraer a grandes multitudes, ya por ello, cumple con el requisito sine qua non, para dirigir, gobernar o ser autoridad en una comunidad, país o región.

Lo más provecho e ideal sería que asociara o combinara sus conocimientos, su carisma, su brillante oratoria, con el interés, el deseo, la necesidad de servir a la comunidad que lo ha elegido.

Lamentablemente, no siempre existe una relación concordante entre capacidad lingüística y capacidad para gobernar, cumplir y ejecutar una promesa. La lengua es arbitraria, han expuesto algunos lingüistas. Por lo que, no existe siempre una biunívoca relación entre el signo lingüístico y la realidad a la que éste hace alusión. En la práctica política, mucho menos.

Tener conocimiento, ser inteligente, mostrar títulos y diplomas por doquier no garantiza, necesariamente, una mejor gestión, pues no se trata de una ecuación matemática.

Y, a la inversa, quien se prepara sólo en actividades propias de la vida cotidiana. Que ha recibido un poco instrucción escolar, pero se ha empeñado en ser autodidacta o maestro de si mismo, no por ello dejaría de ser un político exitoso para el pueblo o la comunidad. Tanto en un caso como en el otro, quien dirija se hará acompañar siempre de un equipo de asesores.

Pienso que, más que capacidad, ha de primar en el político el grado supremo de sensibilidad humana. Que sienta el dolor ajeno como si fuese el suyo proprio. Que piense más, en su ser para hacer por los demás, que en su ser para tener.

Ahora bien, la teoría política de Vallé, y Aristóteles, sólo es posible por y en medio de una autentica educación; que promueva un cambio de conducta de los miembros de un conglomerado social o pueblo, en concordancia con valores y principios. Una recíproca conciencia social colectiva. Un plural sentimiento afectivo hacia el medio y hacia los demás. Con una integradora interacción entre justicia, respeto y derecho. En fin, una conducta colectiva apropiada y que sea similar en cada miembro. Hay que evitar, por diversos medios vivir en una comunidad de tensión, sobresalto, sorpresa negativa y presión sicológica. La paz no se siente ni se consigue bajo un estado de terror y temor, aunque aparentemente todo esté tranquilo.

Ahora más que nunca el mundo está regido por el conocimiento y también dentro de la post-modernidad. Eso se dice. Entonces, ahora es el momento de graduarnos de reales y verdaderos seres humanos. Debemos hacer compromiso de mantenernos alerta y no permitir que nos borren nuestro disco duro, es decir, nuestra memoria histórica, ni nuestra capacidad, no sólo de soñar, sino de ir poco a poco construyendo un espacio o mundo mejor.

Porque, como afirma un filósofo español, vivimos en una doble condición:

“Somos hijos de nuestro pasado y padres de nuestro futuro.”

Muchas Gracias.


Autor: Julián Fernández Muñoz


En Mi Opinión: La Charla del Profesor Fernandez Muñoz pone en manifiesto su dominio utilizado para mantener un publico a la espectativa del proximo renglon de palabras, ideas y frases que él va a exponer. Mantuvo al publico atento hasta la ultima linea y las preguntas despertaron inquietud en un publico y un pueblo ambriento de conocer la verdadera historia de nuestro pais [RD] y educar a los suyos fuera de ella.
Lenguaje y Poder, es una combinacion perfecta para el uso del bien, pero al mismo tiempo es utilizada para fines personales, dando un matiz de expresion populista al momento de envolver este combo en los terrenos politicos. Dando a entender que hoy dia la politica que se menifestaba como ciencia, hoy se puede definir como arte. Por tal razon, el Lenguaje utilizado para llegar al poder es maniobra de artistas con fines individualistas y lamentos de espectadores que siguen pagando el precio para ver la proxima obra.