Mi discurso para el 27 de Febrero

Festividades Patrias en Lawrence, 2010. Estas debieron ser mis palabras en el Izamiento de la Bandera Dominicana del pasado sábado 27 de Febrero en el Parque de las Ardillas, frente al City Hall. Lo que debio ser Mi Discurso para el 27 de Febrero del 2010.

"Si Jehova no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehova no guardare la ciudad, en vano vela la guardia" Salmo 127;1

Dionis Mezquita

Compatriotas, Compañeros, Amigos y Hermanos. Autoridades Civiles y Militares, Sr. Alcalde de la ciudad de Lawrence, Sr. William Lantigua, representantes de Gobierno Dominicano en Massachusetts, Sr. Dominico Cabral y su Cuerpo Consular; bienvenidos todos a esta ceremonia, donde honramos a los héroes de la Independencia Dominicana, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella.

Quienes un día como hoy dieron el paso de ser mas que ciudadano, ser mas que trabajadores, ser mas que padres o hermanos de una comunidad, convirtiéndose en voluntarios de una patria y lograr, a través del tiempo, en ser figuras cimeras de la entrega, la nobleza y el valor de llevar un país humillado por mas de 2 décadas a la puerta de la libertad.

Su dedicación, noble y sana para su pueblo, les llevo a crear un liderazgo justo y sublime muy difícil de realizarlo de nuevo, pero digno de imitar, pues trabajar para y por su pueblo es digno de alabar. Pero la sombra de la injusticia, la maldad, el ego e hipocresía del poder, aniquilan la buena voluntad de aquellos que tratan de dar tiempo, consuelo, amor, alimentos, aliento, esperanza, entendimiento y compasión a los que lo necesitan, sin condición y sin pedir nada a cambio.

Duarte, Sánchez y Mella, entre otros seguidores independentistas, fueron fulminados, de una u otra manera, por la ambición del poder, siendo invadidos por la maldad, la traición y la injusticia del hombre en todos los tiempos, del cual hoy día no nos escapamos.

Pedro Santana, apadrinado por el poder económico y el asecho de hombres sin escrúpulos, hombres que no supieron agradecer la valentía, la dignidad e integridad de hombres que dieron sus vidas por sus hermanos, pero fueron atrapados y condenados por la ambición del poder sin importar la sangre derramada y el sufrimiento de sus familias, y el riesgo de sus vidas por la libertad.

Seamos imitadores de la verdad, Duarte, quien fuera el ideólogo de la Sociedad la Trinitaria, nunca consiguió un titulo académico que no fuera el de Bachiller, pero viajo, estudio diferentes carreras, nutriéndose, mas de sabiduría que inteligencia para lograr el objetivos trazado juntos a los socios de independencia.

Porque es tan difícil imitar lo bueno?, por que es tan fácil imitar lo malo?, por que realmente se ha perdido el liderazgo?, porque la mediocridad aumenta con los días?, porque el ego se posesiona como maldad y como meta individualista? Sera que el espíritu de Pedro Santana recorre como sombra tras nuestra identidad Quisqueyana? O será que nos olvidamos que Juan Pablo Duarte fue un cristiano consagrado, identificado con la justicia divina, imitando el Calvario pasado por el Señor Jesús, crucificado por el poder del momento, trayendo a Caifás hasta el hoy.

La herencia de la maldad debe ser erradicada, debemos ser seguidores de la verdad por encima del poder, sin dejar de respetar las leyes del hombre que son los que tienen el poder en sus manos y que muchas veces se olvidan que la justicia esta ilustrada por no ver a quien defiende, sino a quien hace justicia, pero nunca olvidar la justicia divina.

Hermanos, seguir los pasos de Duarte, seguir los pasos de Jesús Cristo, puede ser muy doloroso, pero es una honra ser un voluntario de todos y que el resto lo escriba la historia.

Gracias,

Dionis Mezquita